Una receta para conseguir una glasa real (madre), ideal para empezar a trabajar en las galletas.
En un recipiente grande, donde vayamos a mezclarlo todo, ponemos los ingredientes secos, tamizados.
Añadimos el aroma y el agua, y mezclamos. Siempre lo haremos a baja velocidad, y durante bastante tiempo, que los ingredientes secos, queden todos bien humedecidos.
Una vez todo bien mezclado, lo pasaremos a un recipiente hermético y lo guardaremos en el frigorífico, hasta que queramos usarla.