Empieza poniendo el horno a precalentar a 180ºC. Y prepara un molde de 20 cm de diámetro, para ello, lo mejor es poner papel de horno en el fondo y engrasar con mantequilla fondo y pared, y luego enharinar.
Derrite la mantequilla en el microondas y reserva.
Tamiza la harina junto a la maicena, la sal y la levadura. Reserva.
En un bol grande, o en el bol de la batidora, pon los huevos con el azúcar. Bate a velocidad media alta, hasta que los huevos tripliquen su volumen.
Añade la vainilla y la mantequilla sin dejar de batir, pero esta vez a velocidad baja. Es posible que el volumen de los huevos disminuya, es normal, pero intenta que sea lo menos posible.
Tamiza nuevamente la mezcla de harina, e incorpórala con una espátula de silicona o similar, para que los huevos mantengan el volumen.
Una vez que veas que no queda rastro de harina, vierte la masa en el molde. Y reparte las gotas de chocolate por toda la superficie de la masa, verás que se hunden, es así como tiene que ser.
Hornea de 25 a 30 minutos en la rejilla central con calor arriba y abajo. A los 20 minutos, mira cómo va de cocido pinchando un palillo en el centro, y comprobando si sale limpio o no. Si ves que se está dorando mucho la superficie, puedes poner papel de aluminio por encima hasta que termine de hacerse.
Una vez que los sacas del horno, deja que repose 5 minutos en el mismo molde.
Pasa un cuchillo por dos el borde, para terminar de despegar el bizcocho del molde, y desmóldalo completamente, dejándolo enfriar sobre una rejilla.
Una vez frio el bizcocho, funde los 50 gr de chocolate con leche, y repártelo, cuando se haya templado, por la superficie del bizcocho. Ya está listo para servir.