En un bol, bate el huevo junto con el azúcar a velocidad alta hasta que blanquee. Tienes que obtener una mezcla cremosa y de color naranja pálido.
Añade la mantequilla y la vainilla y sigue batiendo hasta que todo se integre bien.
Añade la harina poco a poco, mezclando hasta que se integre perfectamente.
Forra la bandeja del horno con papel de hornear, y ve precalentando el horno a 180ºC.
Divide la masa en 12 o 14 partes iguales y forma bolitas con ella. Aplástalas un poco y ponlas en la bandeja con una separación de unos tres centímetros.
Hornea 8 minutos, y déjalas reposar (fuera del horno), 10 minutos en la misma bandeja, antes de pasarlas a una rejilla para que enfríen completamente.
Deshaz los dos chocolates por separado al baño maría, y baña la mitad de la superficie de la galleta en el chocolate y después pon la almendra crocante por encima, antes de que se solidifique el chocolate.
Deja que el chocolate se endurezca, y ya tienes listas las galletas para servirlas.