De las avellanas, retiramos las que creamos que vamos a necesitar para la decoración, escogemos las mejores (y que nunca sobrepase la mitad de ellas), y con el resto, las trituramos. Reservamos.
Ponemos a cocer el arroz en abundante agua. Lo coceremos 12 minutos.
En otra cazuela, ponemos la leche, la nata, los chocolates y la vainilla. A fuego lento y removiendo constantemente, calentamos hasta que se deshaga el chocolate y el azúcar.
Cuando pasen los 12 minutos, lo escurrimos y lo añadimos rápido a la mezcla de chocolate que tenemos. Subimos el fuego, y hervimos nuevamente 12 minutos el arroz. Probamos, tiene que estar cocido pero suelto.
Retiramos del fuego, y añadimos las avellanas que teníamos trituradas, mezclándolas bien. Dejamos que se vaya enfriando el arroz. El arroz se volverá más espeso según enfríe. Si es necesario, se puede añadir un poco más de leche caliente (si vemos que se espesa mucho).
Hacemos el caramelo. En una cazuela, ponemos el azúcar y el agua, removemos un poco, y dejamos que se vaya formando el caramelo.
Mientras se va haciendo, pinchamos las avellanas que habíamos reservado con los palillos, y preparamos la cinta para pegar los palillos a las puertas de los armarios.
Cuando tengamos un caramelo denso, que nos cubra las avellanas, las vamos bañando de una en una, y pegando los palillos, de tal forma que el caramelo escurra y se enfríe formando el hilo. No hay que quitar el caramelo del fuego, pero si bajarlo al mínimo, para que no se solidifique, pero tampoco se nos ponga demasiado negro.
Con el caramelo que sobre, formamos hilos con ayuda de un tenedor o similar, niditos, o como mas nos guste.
Una vez frio el arroz con chocolate, lo pasamos a los recipientes donde lo vayamos a servir, y justo al final, añadimos los hilos de caramelo, y las avellanas para adornar.