Ponemos a precalentar el horno a 180ºC, y preparamos un molde de 25 cm de largo, 11 cm de ancho y 8 de profundidad, forrando el fondo y laterales con papel de horno, y engrasamos.
En un bol, mezclamos los ingredientes de la cinta de queso (queso, yogur y azúcar), hasta conseguir una crema suave. Reservamos.
En otro recipiente, mezclamos, harina, cacao, levadura, bicarbonato y sal. Reservamos.
Exprimimos el medio limón en la leche, reservamos.
En el bol de la batidora, ponemos a mezclar la mantequilla con el azúcar, hasta que esté suave y esponjoso.
Batimos el huevo junto a la vainilla, y lo unimos a la mantequilla, sin dejar de batir.
Combinamos el yogur con la leche con limón (que parecerá cortada).
Bajamos la velocidad de la batidora, y agregamos la mitad de la mezcla de la harina, batimos hasta que casi esté mezclado del todo. Añadimos la leche con el yogur, batimos un poco, y añadimos el resto de la harina. Sólo debemos batirlo hasta que esté justo mezclado. Terminaremos de mezclarlo con una cuchara de silicona.
Ponemos la mitad de la mezcla en el molde, añadimos por encima la crema de queso, y la extendemos un poco. Terminamos de añadir el resto de la masa.
Espolvoreamos las chispas de chocolate por encima, y horneamos unos 40 minutos. Pinchamos con una brocheta por el centro, y si sale limpia, está horneado. Si por el contrario no sale limpia, vamos comprobando cada 5 o 10 minutos.
Pasamos el molde a una rejilla, y lo dejamos durante 10 minutos. Luego pasaremos el bizcocho a la rejilla enfriadora y lo dejaremos enfriar por completo.