Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos dos moldes redondos de 22 cm, poniendo un papel de horno en el fondo, pero NO engrasamos los moldes. Puedes utilizar los moldes que tu desees, pero ya sabes, puede variar el tiempo de horneado.
En el bol de la batidora, ponemos los huevos y los batimos por un minuto, añadimos el azúcar, y batimos durante 8 o 10 minutos más. Tiene que triplicar el volumen, y formarse una crema bastante pálida.
Mezclamos la levadura con la harina, y tamizamos por encima de la mezcla de huevos y azúcar, en dos o tres veces. Mezclamos con una espátula de silicona a poder ser, y vamos a tener mucho cuidado de no dejar harina sin mezclar.
Dividimos la mezcla entre los moldes y horneamos de 23 a 28 minutos. La superficie tiene que estar dorada, y si introducimos un palillo en el centro del bizcocho, este debe salir limpio.
Sacamos los moldes del horno, y los dejamos enfriar un poco, unos cinco minutos. Se deben desmoldar cuando aún están calientes. (Igual te calientas un poquito las manos :) ).
Pasamos una espátula o un cuchillo por los bordes del molde, y volteamos dos veces, para que queden en la misma posición que la del horneado. No vamos a quitar el papel de la base ahora (pero acuérdate de quitarlo después). Dejamos enfriar los bizcochos en una rejilla enfriadora.
Y una vez fríos, los rellenamos como mas nos guste. :)