En un vaso ponemos parte de la leche aún fría, un poco menos de la mitad.
El resto de la leche, la ponemos en un cazo, junto a la cáscara de limón, el azúcar y la mantequilla. Lo ponemos a fuego muy suave, para que vaya aromatizando la leche.
Preparamos el molde. Si este no es desmontable, lo forramos. Si el molde es desmontable, es opcional el forrado, aunque puede facilitarnos el despegarlo después. Se forra con papel de hornear.
En la leche que tenemos apartada, añadimos la harina de maíz y la disolvemos bien.
Cuando la leche esté aromatizada, sacamos la piel del limón y subimos un poco el fuego. Cuando vaya a hervir, añadimos la harina de maíz disuelta sin dejar de batir la leche. Esto es muy importante, batir todo el rato la leche, y mejor con varillas.
Hay que cocer la mezcla durante 6 o 7 minutos, sin dejar de batir. Tiene que estar hirviendo muy suavemente, ajustamos el fuego en caso necesario.
Cuando esté cocido, (esté espeso y hayan pasado los minutos), lo pasamos rápidamente al molde. Y dejamos que repose un mínimo de dos horas. Si lo dejamos más tiempo mejor, después de que se enfríe es mejor meterlo al frigorífico para que coja mas consistencia.
Una vez frío, lo sacamos del molde con mucho cuidado, y lo ponemos en un sitio plano.
En un plato se pone el pan rallado, en un bol bate los huevos, y en una cazuela pequeña ponemos bastante aceite. Los corazones se harán muy rápido, y es mejor freírlos de dos en dos, que todos a la vez. Escoge una cazuela donde quepan dos o tres corazones con un poco de holgura, es mejor una cazuela pequeña para no gastar aceite innecesariamente. Ponemos a calentar, de forma muy suave aún.
Formamos los corazones con el cortador. Nos ayudaremos con una espátula de repostería, o con algo plano para poder levantarlos. Tendremos que ir cortando trocitos de alrededor para poder sacarlos, no los tires!.
Según vayamos sacándolos, los pasamos al huevo y luego al pan rallado. Cuando los tengamos todos, subimos el fuego del aceite para que se caliente bien. Preparamos una fuente con papel absorbente, para ir dejando ahí los corazones según los vayamos sacando.
Mientras calienta, si aún no has pasado por huevo y pan rallado, los trocitos que hemos ido quitando por necesidad, hazlo ahora.
Freímos los corazones y los trocitos. Tardan unos segundos en ponerse dorados... según estén como en las fotos.. se sacan, y se van poniendo sobre el papel absorbente.
La leche frita se puede consumir tanto en caliente como en frío. Antes de servirlos, espolvorea un poco de azúcar por encima... y ya está! a disfrutar!