Lo primero de todo es tener el molde preparado. Debe ser un molde cerrado completamente, los de bundt cake son perfectos. Bien limpio, y bien seco.
Preparamos la gelatina de limón, tal como nos dice el fabricante. Una vez preparada, ponemos 1/3 de esta en el molde, y lo llevamos al congelador. Dejamos el resto de la gelatina, en la misma cazuela donde la hemos preparado, y removemos de vez en cuando.
Mientras cuaja la gelatina del molde, preparamos la cuajada de arándanos.
Ponemos a calentar la leche en una cazuela a fuego bajo.
Pasamos por un colador fino la mermelada de arándanos, para quitar cualquier granito o trozo grande.
En otro recipiente, ponemos la nata, el sobre de cuajada, y la mermelada de arándanos que hemos colado. Mezclamos bien con unas varillas.
Una vez que esté caliente la leche, añadimos la mezcla que acabamos de hacer, removemos muy bien con las varillas, y llevamos a ebullición. En cuanto empiece a espesar un poco, retiramos la cazuela del fuego, pero no dejamos de remover con las varillas.
Seguimos removiendo de vez en cuando la gelatina de limón que tenemos en la cazuela, para que no empiece a cuajarse.
Sacamos el molde que tenemos en el congelador con la gelatina de limón, y si está cuajada, vertemos la cuajada de arándanos por encima, repartiéndola por toda la superficie. Llevamos nuevamente el molde al congelador, y lo dejamos 10 minutos. Lo suficiente para que cuaje la superficie.
Añadimos por encima, la gelatina que tenemos aún en la cazuela.
Esta vez, llevamos el molde al frigorífico hasta el día siguiente.
Para desmoldar el postre, ponemos una cazuela con agua a hervir. La cazuela, debe ser más grande que el molde, ya que deberemos meterlo dentro.
Una vez que empiece a hervir el agua, apagamos el fuego, y con cuidado de no quemarnos, metemos unos segundos el molde en ella. Unos dos o tres segundos, no hace falta más. Esperamos un poco y veremos como se mueve la preparación dentro del molde, ya que la preparación más exterior se derretirá.
Ponemos el plato, o bandeja donde vayamos a servirlo encima del molde, y le damos la vuelta, enseguida caerá. Retiramos con cuidado el molde y rellenamos y adornamos con fresas naturales. Listo para comer.