Empezamos precalentando el horno a 175ºC, y preparamos la bandeja con las cápsulas correspondientes.
Mezclamos y tamizamos la harina, levadura y sal. Reservamos.
Batimos los huevos con la vainilla. Reservamos.
En el bol de la batidora, mezclamos azúcar y mantequilla hasta formar una crema esponjosa y blanquecina.
Agregamos el huevo batido, y mezclamos hasta integrarlos bien.
Bajamos la velocidad, y agregamos la mitad de la harina. Cuando esté casi incorporada del todo, añadimos el café con leche, y mezclamos. Terminamos con la harina restante. Mezclamos hasta justo integrar. Terminamos dando un par de vueltas con una espátula de silicona, nos aseguramos que no queda por el fondo o lados sin mezclar ingredientes.
Repartimos la mezcla entre las cápsulas, llenando 3/4 partes de las mismas. Y horneamos 20 minutos. Introducimos un palillo en el centro, si sale limpio están en su punto. Los dejamos reposar 5 minutos en la bandeja, y luego los pasamos a una rejilla para que enfríen completamente.
Para preparar el relleno, separamos un poco de leche en un vaso, y el resto lo ponemos en una cazuela junto con el café y el azúcar. Llevamos la cazuela al fuego para que se vaya calentando.
Agregamos la harina de maíz en la leche que tenemos apartada, y mezclamos hasta disolver.
En un bol, batimos el huevo y las yemas, y agregamos la mezcla de leche y harina de maíz. Mezclamos bien.
Sin dejar de remover, vamos añadiendo el contenido de la cazuela (que ya estará muy caliente) sobre la mezcla de los huevos. Una vez que está mezclado, volvemos a pasar todo a la cazuela, y la llevamos nuevamente al fuego. Debemos esperar a que espese, removiendo muy a menudo, y no debemos dejar que hierva.
Una vez que espese, lo pasamos por un colador de malla fina, y lo dejamos que enfríe.
Preparamos la nata. En el bol de la batidora, ponemos la nata y empezamos a batir. Cuando empiece a coger cuerpo, añadimos el azúcar sin dejar de batir.
Cuando ya tiene bastante cuerpo, sin que llegue a estar montada del todo, añadimos el queso, y batimos a máxima velocidad. Estará montada, cuando los surcos que aparezcan en la nata sean de tono amarillento.
Una vez que han enfriado los cupcakes, y la crema de relleno, podemos montarlos. Hacemos un agujerito en el cupcake, y lo rellenamos con la crema.
Con la nata en una manga pastelera, provista de una boquilla 1M de wilton, formamos la parte superior del cupcake.
Antes de servirlos, espolvoreamos cacao por encima del cupcake.