Lo primero es poner el horno a precalentar a 180ºC, y preparar la bandeja de cupcakes con las cápsulas que más nos gusten.

Junta y mezcla en un bol, la harina, la levadura y la canela, Reserva.

Separa las claras de las yemas. Monta las claras a punto de nieve y reserva.

Bate la mantequilla con el azúcar, hasta que se integren por completo los ingredientes y se aclare un poco la mezcla.

A continuación añade la vainilla y las yemas, bate hasta que todo esté integrado.

Añade ahora la mitad de la mezcla de harina tamizándola, y bate.

Agrega la leche, y bate nuevamente.

Termina de tamizar la mezcla de harina, y bate hasta que veas que todo está integrado.

Ahora tienes que añadir las claras. Primero añade la mitad de las claras que tienes montadas, y las integras con una espátula de silicona o un batidor manual, con movimientos envolventes. Añade el resto de las claras e integra.

Por último añade la nutella. Con la misma cuchara, lo entremezclas con la masa que tienes. No tiene que quedar la nutella integrada con la mas, tiene que quedar como betas.

Reparte la masa entre las cápsulas, llenando sólo tres cuartos de la cápsula de papel.

Hornea entre 20 y 22 minutos, con calor arriba y abajo, sin ventilador y la rejilla en el centro.

Una vez horneados déjalos 5 minutos en el mismo molde sobre una rejilla, y luego los pasas a la misma rejilla para que se enfríen completamente antes de decorarlos.

Bate la mantequilla a velocidad alta durante un minuto.

Tamiza el azúcar por encima, y bate a velocidad lenta durante un minuto, y luego ve subiendo la velocidad. La mantequilla tiene que aclarar su color, y vas a notar que está esponjosa.

Añade la nutella y vuelve a batir varios minutos, hasta que esté completamente mezclada, y notes una crema suave y esponjosa.

Una vez que están los cupcakes completamente fríos, puedes decorarlos.

Pones el buttercream de nutella en una manga pastelera, provista de una boquilla 1M de wilton. Empezando desde el exterior del cupcake, mientras aprietas suavemente, vas girando por el borde del bizcocho, y luego vas cerrando los círculos, hasta formar el pico.

Espolvoreas por encima unas avellanas molidas, y ya lo tienes.

A disfrutar.