Mezcla la leche templada (tirando a caliente) con la emulsión de princesa. Reserva.
Pon en un bol o recipiente de la batidora con el accesorio de amasar, la harina, levadura, azúcar, sal, y las yemas de huevo. Empieza a mezclar a velocidad baja.
Cuando estén los ingredientes un poco mezclados, añade la leche templada que tenías reservada.
Amasa hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.
Ahora añade la mantequilla a temperatura ambiente y amasa hasta conseguir que la mantequilla esté completamente integrada.
Cuando consigas una masa suave, elástica y un poco brillante, forma una bola y ponla en un recipiente grande untado con un poco de aceite y tapa el recipiente con film. Deja que repose hasta que triplique su tamaño.
Cuando haya triplicado su tamaño, amásala un poco para desgasificarla y divídela en 10 trozos.
Amasa cada parte, y haz una bola. Aplásta la masa con un rodillo manteniendo la forma redonda y haz un agujero en el centro con un cortador redondo (o con lo que puedas) y ve dejándolo en una bandeja, sobre papel de hornear.
Tapa estos donus de masa con papel film enharinado y deja que reposen nuevamente hasta que dupliquen el tamaño.
Pon en una sarten honda o una cazuela pequeña, la cantidad necesaria de aceite de girasol para que los donuts queden flotando.
Debes calentar bien el aceite, pero reduce el calor cuando te pongas a freir la masa.
Frie cada donuts dándolos muchas vueltas con cuidado de no desinflarlos, hasta que la masa adquiera un marrón medio.
Ponlos sobre papel absorvente y luego ponlos en una rejilla hasta cuando se decoren.