El molde utilizado en un savarín de 27 x 9 cm. Debe ser un molde con una capacidad de 1 litro y medio como mínimo. En 'notas de la receta' hay un enlace al mío.
Lo primero es hacer el caramelo.
Ponemos en una cazuela o sartén, el azúcar, el agua y el zumo de limón. Removemos un poco para humedecer el azúcar, y dejamos que se vaya formando el caramelo a fuego lento, sin removerlo más.
Una vez que el caramelo tenga el color de dorado claro, lo retiramos, y lo pasamos al molde. Rápidamente, lo llevamos a toda la superficie del molde, moviendo este, o con ayuda de un pincel de silicona. El molde tiene que estar completamente cubierto de caramelo, la zona que no lo esté, se pegará.
Preparamos la mezcla del flan. Ponemos todos los ingredientes (huevos, leche condensada, leche y vainilla), en la licuadora.
Batimos hasta que esté completamente mezclado. 1 minuto, o minuto y medio.
Llenamos el molde con la mezcla, hasta el borde.
Tapamos con papel de aluminio el molde, y ponemos este en otro recipiente, en el que podamos añadir un dedo de agua y meter al horno.
Horneamos una hora y miramos como va. Si está muy líquido aún, horneamos 10 minutos más y volvemos a mirar. El flan estará en su punto, cuando sólo se mueva el centro. No hay que hornearlo completamente, ya que se terminará de cuajar cuando repose.
Una vez fuera del horno, dejamos que enfríe a temperatura ambiente, y luego lo llevamos al frigorífico un mínimo de seis horas. Mejor de una día para otro.
Para desmoldarlo, agitamos un poco el molde, hasta que veamos que se mueve el flan y se separa de las paredes (debería estar separado ya). Ponemos el plato, donde vayamos a servirlo, sobre el molde, y damos la vuelta a los dos recipientes juntos. El flan deberá caer fácilmente.