Empezamos precalentando el horno a 160ºC, y preparando dos bandejas para galletas con papel de horno.
En un bol, ponemos la mantequilla, el azúcar y la ralladura de naranja, y batimos con la batidora de varillas, hasta que este todo integrado y blandito.
Añadimos la harina, toda a la vez y batimos hasta conseguir una masa compacta pero suave, donde todos los ingredientes estén ligados. En un principio se pondrá como arena, está bien, sólo hay que seguir batiendo.
Dividimos la masa en 18 bolitas, y las ponemos en las bandejas, separadas unos tres centímetros entre si.
Horneamos unos 25 minutos. Las galletas tienen que quedar con un color pálido, pero no deben dorarse.
Las dejamos enfriar totalmente en la misma bandeja, y antes de servirlas espolvoreamos azúcar glas por encima.