Empezamos montando la nata, que tiene que estar bien fría, y a mitad del montado añadimos el azúcar en forma de lluvia.
Una vez montada, añadimos el yogurt, y batimos hasta que esté bien mezclado y montado.
Lo pasamos a un recipiente apto para el congelador y durante tres horas lo batiremos varias veces, para que no se formen cristales en el helado. La primera hora lo batimos cuatro veces, la segunda hora dos veces y luego una vez más.
Cuando vayamos a utilizarlo, hay que dejar temple un poco antes de sacar la bolita, y acompáñalo con lo que quieras…