Lo primero es poner la gelatina en polvo junto con un poco de nata montada, para que vaya hidratándose. Tarda sobre 15 minutos en hidratarse y disolverse bien en la nata. El resto lo guardamos en el frigorífico para montarla mas adelante.
En un recipiente vamos a poner, los yogures de limón, un yogurt griego, 30 gr de azúcar glass y la ralladura de limón. Mezclamos muy bien y reservamos.
De los pistachos triturados, vamos a separar como un tercio de ellos, y los que quedan los vamos a triturar mas aún, intentando volverlos polvo.
En otro recipiente ponemos, el yogur griego que tenemos, los 25 gr de azúcar glass y los pistachos que hemos convertido en polvo. Mezclamos bien y reservamos.
Cogemos la nata que tenemos reservada en la nevera, añadimos la gelatina que tenemos hidratándose y montamos la nata todo lo posible.
Una vez montada, la dividimos en dos, un tercio se lo añadimos a la mezcla de pistacho que ya tenemos, y el resto, a la mezcla de limón. Mezclamos de forma suave las dos preparaciones con la nata correspondiente, ya sólo nos queda montar el postre.
En los recipientes elegidos para servir el postre, salen unas seis raciones, repartimos la mezcla de limón, luego añadimos por encima la mezcla de pistacho. La proporción debe ser dos partes de limón y una de pistacho. Para terminar, con los pistachos que tenemos reservados adornamos un poco la preparación. Dejamos reposar la preparación en el frigorífico por unas horas, con tres es suficiente, pero de un día para otro está mejor. Sólo queda disfrutar. 🙂