Una vez que tenemos el primer levado (que ha duplicado o triplicado el volumen), pasamos la masa a la encimera nuevamente. La amasamos un poco, para desgasificarla, la quitamos el volumen.
Podemos hacer dos cosas, puesto que el roscón que sale es bastante grande, lo podemos partir en dos, o lo dejamos así. Formamos de nuevo una bola.
Dejamos la masa ‘descansar’ de cinco a diez minutos tapada con un paño.
En la bandeja donde vayamos a hornear el rosco, ponemos papel de horno, y pasamos la masa antes de darle forma.
Pasado el tiempo, hacemos un agujero con dos dedos en el centro, (formamos un donut), y lo vamos agrandando despacio, pero sin temor. Con esto, lo que vamos a hacer es dar forma al rosco.
Haz la forma con el agujero bastante grande, ya que debe levar nuevamente, y así evitamos que se cierre. (Puedes poner un molde circular metálico y engrasado en el centro, para evitar que cierre).
Dejamos nuevamente que leve, tapada con un paño y en sitio templado, hasta que duplique el volumen otra vez.
Encendemos el horno a 170ºC o 175ºC , y nos ponemos a decorar el rosco ya levado.
Ahora la masa es frágil, y debemos tratarla con mucho cariño 
Primero pincelamos el rosco con huevo batido por toda la superficie. Mejor si lo hacemos con un pincel de silicona que es mas suave, y lo hacemos sin apretar, no queremos que se baje la masa.
Adornamos con las frutas escarchada, almendras laminadas, azúcar.. con lo que quieras. El azúcar, se prepara poniendo una o dos cucharadas de azúcar y unas gotas de agua, lo mezclas un poco, y el azúcar se compacta. Y ya puedes poner montoncitos por el rosco.
Una vez caliente el horno, metemos el rosco, y horneamos 20-25 minutos. Si vemos que se nos está dorando mucho, podemos taparlo con papel de aluminio.
Introduce un palillo por distintas partes del roscón, y si notas la misma textura de arriba a abajo, está listo.
Lo pasamos a una rejilla para que enfríe completamente. Ya sólo nos queda rellenarlo.
En el bol de la batidora, ponemos a montar la nata. Incorporamos poco a poco el azúcar. Cuando esté ya cogiendo forma la nata, agregamos el queso a cucharadas. Cuando veamos que se ha montado, y los surcos que deja el batidor se ven con una tonalidad amarilla, es que ya está montada.
Partimos las fresas en trozos pequeños y las incorporamos a la nata ya montada, o... vamos poniendo la nata por el roscón y añadimos las fresas por encima.
Rellenamos con ayuda de una manga pastelera y una boquilla rizada.
Ah!!! Recuerda poner la figurita y el haba entre el relleno
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