El molde que he utilizado es uno alargado de 35 x 11 cm y desmontable.
Tritura bien las galletas, hasta volverlas polvo. Derrite la mantequilla y mézclala con las galletas.
Reparte la mezcla por las paredes y fondo del molde. Presiona bien la mezcla para que quede bien compactada. Mete en el congelador mientras haces el relleno.
Preparación de la crema de relleno
En una cazuela, pon todos los ingredientes del relleno. El chocolate, es mejor que lo trocees un poco, para que sea más rápido. Pon la cazuela al fuego, entre medio y bajo.
Remueve constantemente hasta que se haya derretido todo el chocolate, y cuécelo hasta los 10 minutos. Retira del fuego.
Saca el molde del congelador, y con mucho cuidado vierte la crema que acabas de hacer en el molde. Lleva al frigorífico y déjalo durante cuatro horas mínimo o hasta que cuaje. De un día para otro sería lo idóneo.
Desmolda la tarta con cuidado y ralla el chocolate blanco que quieras por encima, a modo de decoración.
Lista para comer.
Notas
Yo he utilizado leche desnatada, que es la que utilizo habitualmente. Pero puedes utilizar la leche que quieras, entera, semi o desnatada.
La corteza de la tarta es delicada, si prefieres que sea un poquito más dura, puedes hornearla durante 10 minutos a 180º C.
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