Pon al fuego medio, una sartén de 26 cm de diámetro.
Añade la mantequilla y las tres cucharadas de azúcar, y deja que se forme el caramelo.
Pon por encima la piña escurrida, estendiéndola por toda la superficie. Apaga el fuego y deja enfriar lo suficiente para que el caramelo se ponga duro.
En un bol, bate el huevo con los 50 gr de azúcar y la vainilla. Mezcla hasta que el azúcar este casi disuelta.
Añade la leche y el aceite y mezcla bien.
Pon en un bol la harina, la levadura y la sal, remueve un poco para que se mezclen. Añade esto a la mezcla y bate nuevamente.
Pon esta mezcla del bizcocho sobre la piña y reparte la masa por toda la superficie. Pon la sartén a fuego medio-bajo, y tapa.
Déja que se vaya cociéndo durante 10 minutos, y luego levanta la tapa y mira como está de cocida la masa. Pincha con un palillo, y si sale limpio es hora de dar la vuelta a la tarta. Si sale manchado el palillo, tapa nuevamente y deja que se haga un poco más. Controla cada pocos minutos.
Cuándo el palillo salga limpio, da la vuelta a la tarta (como si fuese una tortilla) con la ayuda de un plato engrasado. Deja 5 minutos más al fuego. Y luego retira.
Deja que se temple la tarta en la misma sartén, y luego pásala al plato o bandeja donde vayas a servirla.