Trituramos completamente las galletas, añadimos la mantequilla derretida y la vainilla. Mezclamos muy bien, y lo extendemos en el fondo del molde, apretando muy bien con el dorso de una cuchara. Tiene que quedar muy lisito y muy compacto. Lo metemos en el frigorífico mientras hacemos la mezcla de queso.
En un bol grande, empezamos a montar la nata junto con el azúcar, cuando esté ya cremosa, añadimos el queso, cucharada a cucharada, y montamos completamente. Hasta que las varillas dejen la marca.
Rallamos una naranja, encima de la mezcla de nata y queso. Y volvemos a mezclar bien.
Sacamos el molde del frigorífico, y lo rellenamos con la mezcla que acabamos de preparar. Lo llenamos hasta arriba, distribuyéndolo bien , y terminamos alisándolo.
Lo metemos en el frigorífico, y lo dejamos reposando mínimo siete horas.
A la hora de desmoldarla para servir, hay que ser delicado, pasaremos un cuchillo por el borde y retiraremos el molde.
Lo debemos tener siempre en el frigorífico, hasta servirlo.