Lo primero que debemos hacer es poner a precalentar el horno a 175ºC, y preparar tres moldes de 15 cm engrasándolos y forrando la base con papel de hornear.
Añadimos la levadura a la harina, y removemos para distribuirla bien. Reservamos.
En un bol grande, ponemos los huevos con el azúcar y batimos hasta que hayan aclarado un poco, y se vea una mezcla cremosa. Esto va a tardar varios minutos.
Se añade el aceite y las esencias y batimos nuevamente hasta integrar todos los ingredientes bien.
Sólo nos queda añadir la mezcla de harina con levadura, tamizándola. Batimos hasta que justo se haya integrado. Terminamos dando unas vueltas a la masa con una espátula de silicona para cerciorarnos de que no queda harina sin mezclar.
Distribuimos la masa en los tres moldes, y horneamos entre 25-30 minutos. Para saber que el bizcocho está en su punto, introducimos un palillo en el centro del mismo, si sale limpio, el bizcocho está horneado.
Pasamos nuestros bizcochos a una rejilla enfriadora y los dejamos reposar un poco en el mismo molde. Cuando podamos tocar el molde sin quemarnos mucho, pasamos una espátula por los bordes y desmoldamos. Nunca debemos dejar que enfríen completamente en los moldes, dejaremos que enfríen completamente en la rejilla antes de montar la tarta.