Ponemos a calentar la leche, y añadimos cuatro cucharadas de azúcar, una peladura de naranja (sin la zona blanca), una peladura de limón (sin la zona blanca), y la rama de canela (partida en dos). Cuando esté caliente, pero sin que llegue a hervir, apagamos, y dejamos que se temple la leche. Es muy importante que la leche esté templada casi fría, para que no se nos deshaga el pan.
Partimos la barra de pan en rodajas mas o menos de centímetro y medio (1). Cuando la leche esté templada, colamos la leche, y empezamos a remojar el pan (2). Cuando pensemos que está remojado el pan, lo pasamos a una bandeja, que tenga un poco de borde. Así todas las rebanadas.
Si nos queda leche, vamos a ir distribuyendo la leche sobrante sobre las rebanadas, por donde veas que lo necesita. Si te parece que no tienen suficiente leche las rebanadas, deberás calentar un poco mas de leche, con la naranja, el limón, la canela y el azúcar.
Mientras reposan, y absorbe la leche el pan, ponemos una sartén a calentar con bastante aceite de girasol, y batimos los huevos, empieza por cuatro y si es necesario vas añadiendo. Además preparamos un plato con papel de cocina absorbente, una bandeja un poco grande donde puedan ponerse todas las torrijas, también con papel absorbente, y preparamos otro recipiente, un plato hondo por ejemplo, donde pondremos azúcar y canela. La proporción varia según gustos, pero hay que mezclar lo suficiente para pasar todas las torrijas por la mezcla, y esta debe quedar marroncita, pero sin que la canela sature (aunque nos guste mucho)(4).
Cuando esté bien caliente el aceite empezamos a freír las torrijas, primero las pasamos por el huevo y luego a la sartén. No eches muchas a la vez, para que el aceite no se enfríe (3). Cuando se ponga dorada una de las caras es cuando les damos la vuelta.
Cuando estén doradas las dos partes, sacamos las torrijas y las pasamos al plato que tenemos con el papel absorbente. Y volvemos a echar otras a la sartén. Cuando pones en el aceite las segunda tanda, las que hemos sacado y están en el papel absorbente, las pasamos por la mezcla de azúcar y canela, vuelta y vuelta y las vamos dejando en la otra bandeja que lleva papel.
Cuando llevemos mas o menos la mitad de las torrijas fritas, tenemos que inclinar un poco la bandeja donde tenemos el pan con la leche, para que el pan no pueda seguir absorbiendo mas líquido.
Y así hasta terminar todo el pan.
Podemos dejar las torrijas en la bandeja con el papel absorbente hasta que las queramos servir, ya que si que pueden soltar un poco mas de aceite.
Ya solo falta dejar que se enfríen y a servir.