Vamos a utilizar un molde de 16 cm desmontable.
Trituramos las galletas, hasta volverlas polvo, y mezclamos con la mantequilla derretida. Ponemos la pasta en el fondo del molde, y la aplastamos bien, que quede compacta. Llevamos al frigorífico mientras preparamos la mezcla de queso.
En un bol, ponemos el queso y el dulce de leche, y batimos hasta que estén muy bien mezclados.
Rellenamos el molde que tenemos en el frigorífico. Lo vamos a hacer teniendo cuidado, de que no nos queden zonas donde no llegue la crema. No podemos dar golpecitos con el molde en la encimera para que se acomode la crema, porque podemos romper la base. Con ayuda de una espátula, cuchara o similar, colocamos la crema. La alisamos bien, y metemos en el frigorífico, por lo menos ocho horas. Mejor de un día para otro.
Cuando veamos que la crema, ha pasado a la consistencia del queso antes de utilizarlo, ya podemos servirla.
Antes de servirla, picamos fino un poco de praliné de almendras, y lo espolvoreamos por encima.
¿Te apetece? ;)