Tarta de queso y fresas
Una tarta sencilla de queso y fresas. Es genial para cuando tengamos unas fresas despistadas, que ya no están tan bonitas.
Hay veces, que se nos van quedando cosillas en la nevera, que no parecen apetitosas para comerlas al natural, pero que están perfectas para alguna elaboración dulce. Si es cierto, que las fresas cuando se hornean, pueden quedarse con un color un poquito raro, pero el sabor sigue siendo el mismo.
He utilizado un molde fijo de 23 cm de diámetro, pero se puede hacer en cualquier molde. Únicamente hay que ajustar el tiempo de horneado, que es bastante fácil. Tenemos que mover el molde dentro del horno, veremos perfectamente como se mueve, y que partes de la tarta se mueven. Cuando sólo se mueva el centro de la tarta, o ya no se mueva nada, está cocida. Si se mueve el centro, deja que se enfríe dentro del horno ya apagado con la puerta entreabierta, si se ha cocido del todo, sácala y deja que se enfríe fuera.
He añadido maicena a la receta, porque las fresas tienen un porcentaje de agua muy grande, y no suelen ser buenas para hornear. Al añadir la maicena, esta va a absorber parte de ese agua y la tarta quedará con mejor textura.
Al añadir la mezcla de la crema de queso, hay que hacerlo despacio, y lo mas suave que se pueda, para que no se muevan mucho las fresas del fondo. Aunque alguna siempre sube. 🙂
Si vemos que se nos dora una poco la superficie, puedes cubrirla con papel de aluminio para evitarlo.
Tarta de queso y fresas
Ingredientes
- 125 gr de galletas tipo maria.
- 50 gr de mantequilla derretida.
- 300 gr de queso light.
- 100 gr de azúcar blanca.
- 5 huevos M.
- 255 gr de fresas.
- 1 cucharada de azúcar blanca.
- 1 cucharadita de harina de maiz (Maizena).
Elaboración paso a paso
- Ponemos a calentar el horno a 180ºC.
- Elaboramos la base de la tarta. Trituramos las galletas, y añadimos la mantequilla derretida mezclando bien. Extendemos las galletas por la base del molde, apretando bien, dejándolo bien compacto, horneamos 10 minutos.
- Sacamos, y bajamos el horno a 170ºC.
- Lavamos, y partimos las fresas en rodajitas. Las repartimos por la base, formando una capa un poco uniforme.
- Mezclamos la cucharada de azúcar y la cucharadita de maicena, y lo espolvoreamos por encima de las fresas.
- En un bol grande, batimos, a velocidad baja, los huevos, el azúcar y el queso. Batiremos despacio, intentando no introducir mucho aire en la preparación. Cuando esté completamente mezclado, repartimos la preparación por encima de las fresas, de forma suave, intentando que no mueva las rodajas de las fresas.
- Horneamos 25-30 minutos. Para saber que está horneado, movemos un poco el molde, si sólo se mueve un poquito el centro, apagamos el horno y lo dejamos enfriar dentro con la puerta entreabierta. Si ya se ha cuajado, sacamos la tarta, y la dejamos enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté fría, la metemos al frigorífico mínimo dos horas, para que enfríe bien.
Ya sólo queda disfrutarla 🙂
Feliz día!!
