Brownie caliente con pepitas de chocolate blanco y helado de nata
Brownie caliente con pepitas de chocolate blanco y helado de nata. Un verdadero capricho.
Como todo brownie, el sabor a chocolate es intenso, con el interior muy jugoso. Y los trocitos de chocolate blanco, hacen que, en el momento mas inesperado, te encuentres con una chispa diferente en la boca. No es un sabor lineal, en cada bocado te encuentras con diferentes amargores, y diferentes dulzuras, haciendo diferente cada bocado.
El helado de nata que he utilizado aquí, es uno casero que tenía en el congelador, una receta que subiré mejorada pronto.
Esta receta es de brownie caliente. Está pensada para degustarla en caliente, el contraste del helado con el chocolate recién salido del horno. Si bien el brownie se suele comer en frío, que está riquísimo, es necesario probarlo así… en caliente y con helado.
El helado es de nata, pero se me acaba de ocurrir, que con un helado de fresa, también estaría bueno. Chocolate-nata… fresas y chocolate… plátano y chocolate… vuestra es la decisión. 🙂
Brownie caliente con pepitas de chocolate blanco y helado de nata.
Ingredientes
- 150 gr de mantequilla sin sal.
- 200 gr de chocolate negro.
- 250 gr de azúcar moreno.
- 3 huevos M.
- 110 gr de harina de repostería.
- 50 gr de chips de chocolate negro.
- 85 gr de chips de chocolate blanco.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Elaboración paso a paso
- Lo primero es poner a precalentar el horno a 180 ºC.
- Preparamos el molde, he utilizado un molde redondo de 24 cm de diámetro, engrasando con spray desmoldante.
- Ponemos en una cazuela pequeña, la mantequilla y el chocolate, a fuego lento, hasta que se deshaga completamente, dejamos templar.
- Batimos los huevos con el azúcar e incorporamos la mezcla de chocolate ya templada. Lo batimos bien.
- Incorporamos los chips de chocolate, los dos, los de chocolate negro y los de chocolate blanco. Removemos bien.
- Y con una espátula de silicona, mezclamos la harina que vamos incorporando, hasta que esté bien combinado todo.
- Lo pasamos al molde, alisamos un poco la superficie y horneamos de 30 a 35 minutos.
- Sabremos que está en su punto, cuando se forme esa capa opaca y con alguna grieta típica del brownie, pero no se estén dorando los bordes excesivamente.
- Lo sacamos del horno, y lo servimos casi inmediatamente, poniendo una bola de helado del sabor que mas nos guste encima. Y a comerlo antes de que enfríe. 🙂
Buen provecho… y feliz día 🙂